Dentro del budismo, las Dakini pueden entenderse como diosas o deidades femeninas. En el Tibet son llamadas Khandroma, cuyo significado es "bailarina del cielo" o "caminante del cielo".
Las Dakinis son vistas como símbolos de la naturaleza desnuda de la mente, libre de todos los oscurecimientos. Los movimientos de su danza representan los movimientos y pensamientos de la conciencia en el flujo mental como el florecimiento espontáneo de la mente del Buda. Sin embargo, las Dakini poseen una indudable carga sexual e incluso suelen ser invocadas en actos de esta índole.
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Según la tradición del budismo esotérico, existen cuatro clases principales de Dakinis: las secretas, internas, externas y externas-externas.
La clase secreta de Dakini es la naturaleza vacía de la realidad. La clase interna, son las Dakini del mandala, una deidad meditativa y un Buda completamente iluminado que ayuda al practicante a reconocer su propia Budeidad.
El Dakini exterior es la forma física de la Dakini, alcanzada a través de la etapa de consumación de prácticas tantra tales como los Seis Yogas de Naropa que trabajan con los vientos sutiles del cuerpo, de modo que el cuerpo del practicante es compatible con una mente iluminada.
Las Dakini externas tienen forma humana. Es una yogini por derecho propio, pero también puede ser la consorte de un yogui. Las Dakinis también pueden clasificarse de acuerdo con el Trikaya, o tres cuerpos de budeidad.
Dentro del budismo vajrayana, principalmente en el Tibet y los Himalayas, se considera que las Dakinis son de temperamento agresivo o volátil. Se les denomina como formas femeninas energéticas, que evocan el movimiento de energía del espacio. En este contexto, el cielo, o el espacio, indican el shunyata, la insustancialidad de todos los fenómenos, lo cual es, al mismo tiempo, el potencial puro de todas las posibles manifestaciones.
Se relacionan con la energía en todas sus funciones, y están relacionadas con las revelaciones de los más altos Tantras, que representan el camino de la transformación. Aquí, la energía de las emociones negativas, llamadas venenos, son transformados en la energía luminosa de la claridad y la iluminación.
Iconográficamente, estas diosas son representadas como deidades desnudas y hermosas con posturas sinuosas y danzantes.
Reyes de la Sabiduría.
Dios Sintoista de la Guerra.
El Inamovible.
