Gol-Goroth

El Dios de la Piedra Negra

Gol-Goroth, apodado como el dios de la Piedra Negra, el Olvidado, el Señor del Monolito y el dios Oscuro. Es una deidad primigenia de la mitología lovecraftiana.

No se sabe cuando fue que Gol-Goroth llego a la Tierra, pues su adoración es antiquísima, de manera que ya era venerado incluso antes de la aparición de los seres humanos y estaba de algún modo relacionado con los shantaks, unas criaturas aterradoras de las Tierras del Sueño. Se dice que en ese tiempo habitaba en un monumental palacio de piedra negra y actuaba más como un rey que como una divinidad.

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Ya posteriormente, y tras su aparición, Gol-goroth comenzó a ser adorado por una primitiva humanidad. Estos hombres practicaban terribles y sádicos rituales, en los que practicaban sacrificios humanos y ofrecían esclavos sexuales de los que el dios abusaba para después matarlos. Este ritual era dirigido por un sumo sacerdote, el cual portaba una aterradora mascara de bestia y un amuleto de jade que representaba al dios.

Gol-Goroth también era adorado en Bal-Sagoth, una isla que supuestamente es el último vestigio de la Atlántida, ahí era venerado como la deidad más importante de su panteón.

El santuario más importante dedicado a Gol-goroth era el llamado "Templo de las Sombras". Con el tiempo, ese gran Castillo Negro fue ocultado por la tierra y únicamente se mantuvo visible una de las torres, ahora llamada "la Piedra Negra".

Pese a que su culto se acabó extinguiendo, los espíritus de los devotos de Gol-Goroth están condenados a seguir acudiendo cada 24 de junio a esta Piedra Negra, lugar en que antaño veneraron al dios, y allí continúan ofreciéndole sacrificios humanos de procedencia desconocida.

Se dice que, a diferencia de lo ocurrido con muchos otros Primigenios, no fueron los dioses Arquetípicos quienes sellaron a Gol-Goroth, sino el ejército turco. Estos lograron acorralar a Gol-Goroth en el interior de un túnel que resultó ser una de las alas enterradas del Castillo Negro, y allí lo atacaron hasta matarlo.

Sin embargo, dada su naturaleza divina, lo único que lograron fue destruir el cuerpo de Gol-Goroth, por lo que su alma aún vaga por los lugares en los que fue venerado. Allí, los espíritus condenados de quienes le juraron lealtad le siguen ofreciendo sacrificios humanos. De este modo le dan fuerzas con el fin de que, algún día, Gol-Goroth logre al fin recrear su forma corpórea y pueda vengarse de la humanidad.

El aspecto más famoso de este dios es descrito como un inmenso sapo; sin embargo, Gol-Goroth es un polimorfo, es decir, que puede cambiar de forma, por lo que su aspecto real es desconocido.

Se ignora el alcance del poder de Gol-Goroth, pero se sabe que es un ser inmortal, capaz de esclavizar las almas de aquellos que lo adoran. Además, como ya dijimos, puede adoptar la forma que desee.