Los Perros de Tíndalos

Los Sabuesos de Lovecraft

Los perros o sabuesos de Tíndalos son unas criaturas ficticias creadas por el escritor estadounidense Frank Long para el universo de ficción de los mitos de Cthulhu, enriqueciendo la mitología creada por su colega y amigo H. P. Lovecraft. Aparecen por primera vez en el relato de Long titulado Los perros de Tíndalos y luego Lovecraft utilizo estas criaturas en su relato El que susurra en la oscuridad.

Los Perros de Tíndalos son unas aterradoras criaturas extra dimensionales. Fueron creados por la Diosa Exterior K'thun a partir del material genético de la piel de Noth-Yidik con el fin de crear su propia especie. Al provenir del ADN de un dios, se puede decir que los Perros de Tíndalos tienen una naturaleza casi divina, proviniendo de ahí sus grandes poderes.

Se dice, que estas aberrantes criaturas representan todo lo que es impuro y, por ser la pureza algo inalcanzable para ellos, los perros odian todo lo que es puro y desean corromperlo o destruirlo. Esta naturaleza impura los vincula con las formas angulares, pues estas carecen de la pureza que poseen las formas curvas.

Los Perros de Tíndalos viven en un punto del espacio-tiempo que corresponde a una era del pasado de la Tierra en la que apenas estaban surgiendo las formas de vida unicelulares. Desde este punto, son capaces de transportarse por los ángulos del tejido dimensional para viajar en el tiempo y perseguir a sus posibles víctimas.

Es muy poco probable llegar a toparse con un Perro de Tindalos, a no ser que se consuma la llamada Droga Liao, a veces llamada Droga Plutónica, una sustancia creada a partir de un loto negro, que desata la percepción del usuario del tipo lineal y tiene la propiedad de enviar la mente del que la tome hacia atrás en el tiempo. Si se toma de manera irresponsable, la droga es capaz de enviar la mente lo bastante atrás como para que esta pueda encontrase con los Perros de Tíndalos.

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De llegar a pasar, los perros serán atraídos por la invasión de la mente y pronto aparecerán en el presente para devorar al intruso. En caso de cometer la imprudencia de usar la sustancia para viajar a la era de los Perros de Tíndalos y de ser descubierto por estos, lo mejor que se puede hacer es regresar cuanto antes al presente y refugiarse en un lugar en el que no haya ninguna forma angular, pues los sabuesos solo pueden manifestarse si hay alguna en el entorno.

Quizás la mejor alternativa es cubrir de cemento todas las esquinas de una habitación y deshacerse de todo el mobiliario para evitar que las criaturas puedan aparecer. Sin embargo, aún no debes quedarte tan tranquilo, pues este método no es infalible, ya que, los perros cuentan con la ayuda de otros seres conocidos como Dholes, que pueden causar terremotos para volver a generar ángulos. Y si esto llegara a ocurrir ya no hay escapatoria.

La apariencia de estos monstruosos seres es prácticamente desconocida porque quienes se encuentran con ellos no sobreviven el tiempo suficiente para dar una descripción. Se dice que tienen largas y huecas lenguas para drenar los líquidos corporales de sus víctimas, y que excretan un extraño pus de color azul.

Aunque, la mayoría de veces son dibujados como criaturas caninas, debido a su nombre, no es probable que luzcan como tales, ya que el nombre sólo refleja sus hábitos cazadores, no su apariencia. Algunas obras posteriores sugieren que su apariencia podría ser de un aspecto mucho más monstruoso y similar al de un murciélago.

Debido a su relación con los ángulos de tiempo, los Perros de Tíndalos pueden materializarse a través de cualquier ángulo, siempre que sea suficientemente cerrado (120° o menos). De manera que pueden desplazarse a través del tiempo y el espacio. Se piensa que son inmortales, y que persiguen a través del tiempo a los humanos y demás seres que llamen su atención, habitualmente por realizar algún tipo de desplazamiento temporal.