El cielo de los devas, también conocido como Svarga o Devaloka, es un concepto presente en las tradiciones hindúes y budistas, que describe los reinos celestiales donde habitan los devas. Estos reinos suelen ser vistos como planos de existencia superiores, llenos de dicha y placer, pero que no son el objetivo final del alma, ya que están dentro del ciclo de samsara.
En el hinduismo y el budismo, el cielo de los devas no es un lugar único, sino una serie de planos celestiales organizados jerárquicamente. En el hinduismo los cielos están dentro de los tres mundos principales, conocidos como Triloka. Estos son: Svarga (cielo), Bhumi (tierra) y Patala (inframundo).
En el budismo los cielos forman parte de los "Seis Reinos del Samsara" y se dividen según los estados de meditación o mérito. Algunos niveles importantes son: Kamaloka: Reinos del deseo sensual. Rupaloka: Reinos de forma, accesibles por la meditación. Arupaloka: Reinos sin forma, más elevados y abstractos.
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Los devas son los principales habitantes de estos cielos. Seres divinos que disfrutan de poderes sobrenaturales, belleza, longevidad y placer, pero no son eternos ni completamente libres del sufrimiento.
En el hinduismo, los devas incluyen a Indra, Agni, Surya, y muchos otros. Mientras que, en el budismo, los devas son seres renacidos en estos reinos debido a su mérito acumulado en vidas pasadas. Pueden ser menos involucrados con los humanos, aunque algunos como los Cuatro Reyes Celestiales protegen el mundo.
Svarga es descrito como un lugar lleno de jardines celestiales como Nandana y ríos sagrados. Las almas disfrutan aquí como recompensa por buenas acciones, pero no permanecen eternamente. El dios Indra, rey de los devas, vive en Amaravati, un palacio lleno de esplendor y opulencia, protegido por Apsaras, ninfas celestiales y Gandharvas músicos divinos.
En el budismo, los cielos se dividen en varios niveles según el mérito y la meditación. Cielo de los Treinta y Tres o Trayastrimsha: Gobernado por Śakra, el equivalente de Indra, es un lugar donde los devas disfrutan de placeres y protegen el Dharma. Cielo Tushita: Lugar de los bodhisattvas antes de su último renacimiento. El Buda histórico, Siddhartha Gautama, habitó aquí antes de nacer en la Tierra. Cielos Arupadhatu: Los reinos más elevados y abstractos, alcanzados por meditadores avanzados.
Sin embargo, como ya mencionamos, tanto en el hinduismo como en el budismo, el cielo de los devas no es el destino supremo. En el hinduismo, el objetivo final es Moksha, la liberación del ciclo de Samsara, para unirse con Brahman, la realidad última.
En el budismo, el objetivo es el Nirvana, la cesación del sufrimiento y el ciclo del renacimiento. Renacer como deva es una recompensa temporal, pero eventualmente se debe buscar la iluminación.