La historia de Tama, un nekomata cuyo propietario era un sacerdote muy pobre que vivía en un ruinoso templo en Setagaya,
al oeste de Tokio, narra que el sacerdote le dijo a Tama: Te he cuidado a pesar de mi pobreza, ¿no podrías hacer algo por este templo?.
Entonces un día Naotaka, el señor del distrito de Hikone, se puso debajo de un árbol al pie del templo para evitar mojarse con la lluvia.
Naotaka se dio cuenta de que había un gato que maullaba delante de la puerta del templo, así que le llamo.
Mientras se dirigía hacia él, un rayo cayó sobre el árbol. Después del incidente, Naotaka se hizo amigo del sacerdote del templo,
lo convirtió en el templo de su familia y donó grandes cantidades de dinero para repararlo. Cuando el gato Tama murió, el sacerdote le
construyó una tumba, y finalmente sobre él se construyó un santuario.
Una forma conocida de impedir que tu gato se convierta en Nekomata es decirle, recién acabe de llegar a tu vida, de manera alta y clara
"te cuidaré durante tres años". De esta manera, se establece un contrato en el que el gato puede irse o quedarse según quiera y no está arraigado a la casa.
Una forma de saber si un gato se está convirtiendo en Youkai, es ver si presenta las siguientes características:
Aparición de una segunda cola, mucha sed de aceite de candil, preferencia en caminar a 2 patas, repentinas ganas de hablar,
encontrar en tus dispositivos un nuevo repertorio de canciones, que se vuelva adepto a bailar y un hambre insaciable de carne humana, en cuyo caso
tal vez ya sea demasiado tarde para ti.