Dentro de la mitología maya, Huracán, también conocido como U Kʼux Kaj, “Corazón del Cielo”, es el dios del viento, la tormenta, el fuego y una de las deidades creadoras que participaron en los tres intentos de crear a la humanidad.
Según la mitología, fue uno de los dioses que participó en la creación del hombre. Tepeu y Kukulkán decidieron que, para preservar su herencia, debían crear una raza de seres que pudieran adorarlos. Entonces buscaron la ayuda de Huracán, quien realizo el proceso de creación, mientras que Tepeu y Kukulkán lo dirigían.
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Tras fracasar en su primer intento, los dioses crearon una segunda humanidad, los hombres de madera, sin embargo, no tenían alma ni memoria e hicieron enfurecer a los dioses. El mundo debía ser limpiado una vez más y ser preparado para un nuevo intento, fue Huracán quien provoco el gran diluvio, enviado para destruir a estos hombres de madera.
Desgraciadamente, aunque, Huracán es uno de los dioses principales y participa en todo el proceso, ya no tiene menciones especiales en el mito. Solo se dice que vivía en las nubes, sobre las inundadas tierras, desde donde empujaba el agua hasta las costas.
Huracán es representado como un ser con cola de serpiente y también de aspecto reptiloide, porta un objeto humeante, posiblemente una antorcha y una gran corona. Con su única pierna, recorría distancias enormes en poco tiempo, desplazándose tan rápido como los vientos huracanados.
De su nombre proviene la palabra huracán que designa al fenómeno meteorológico. Por ende, es capaz de crear y manejar estas brutales fuerzas y provocar cataclismos elevando los mares.
El dios Murciélago.
El dios de Babilonia y los Vientos.
El Ángel de las Tormentas.
