Marduk fue recibido por los monstruosos hijos de la diosa, pero rápidamente fueron derrotados y capturados.
Entonces apareció su madre acompañada por Kingu, por un momento Marduk vio mermado su valor, tras contemplar a la
poderosa diosa, pero inmediatamente lo recobro tras que Tiamat le lanzara su primer conjuro.
Entonces Marduk arrojó contra ella la tormenta, reprochándole la crueldad para con sus hijos,
así mando a volar a su hijo y la retó, diciendo: “Cíñe tus armas, que tú y yo vamos a tomar posiciones y luchar”.
Furiosa por estas palabras, la diosa se abalanzó contra su descendiente, entonces Marduk la atrapó con su red
y mandó contra ella los vientos, pero Tiamat, abriendo la boca, los engulló.
Sin embargo, estando en ese estado, con la boca abierta y su vientre hinchado por los vientos,
Marduk tiró contra ella una flecha que le acertó en el vientre, desgarrándola y derramando sus entrañas.
Acabada Tiamat, su ejército se dispersó, y Kingu fue hecho prisionero, pero no sin que antes Marduk le arrebatara las
Tablillas del Destino para hacerlas suyas. Marduk aplastó la cabeza de Tiamat con su maza y luego corto sus venas,
la sangre esparcida por el viento, llevó la noticia de la victoria a los demás dioses,
luego separó el cuerpo en dos partes como una concha y puso una de las mitades en el cielo, para evitar que las aguas escaparan.
Luego fijó las moradas de algunos de los dioses en el cielo. Estableció las estaciones creando las estrellas y las constelaciones,
los meses creando la luna y asimismo creó el sol y las nubes.
Marduk creó también los vientos y las tormentas, pero se reservó para sí mismo disponer de ellos.
A continuación, tomo los ojos llorosos de la diosa y con ellos creo los ríos Tigris y Éufrates.
Con el resto del cuerpo formo las montañas, los ríos y el resto del mundo.
Por último, creo su palacio como lugar de su reposo y lo nombro Babilonia.
Marduk, entonces, comunicó a su padre un nuevo plan:
“Amasaré la sangre y haré que haya huesos. Crearé una criatura amable, 'hombre' se llamará.
Tendrá que estar al servicio de los demás, para que ellos vivan con cuidado”.
Creo entonces Marduk al hombre, usando a Kingu como sacrificio y luego se estableció como gobernante del mundo desde Babilonia.