El espíritu transporta a Scrooge por la ciudad, mostrándole como las personas viven la navidad con escenas de festividad y carencias,
sin importar la situación, las personas se llenan de amor y paz al recibir un poco del calor de la antorcha del espíritu.
Visitan el hogar del sobrino de Scrooge y la familia de Bob Cratchit, su empobrecido empleado. Luego, el fantasma le muestra
algunas de sus malas acciones y palabras groseras, y termina por advertirle que, de no cambiar, su destino estaría marcado por
la fatalidad y el olvido.
El espíritu finalmente le revela ante Scrooge a dos niños demacrados, de apariencia subhumana y repugnantes de contemplar, aferrándose a su túnica,
entonces el niño se presenta como Ignorancia y a la niña como Necesidad. Así le muestra la podredumbre y la necesidad del mundo,
con el fin de hacer que se arrepienta y cambie.
El Fantasma de las Navidades Presentes le muestra a Scrooge que ya ha envejecido y le revela que sólo permanecerá en la Tierra por un tiempo muy corto.
Finalmente desaparece a la medianoche y deja a Scrooge para que reciba al fantasma de las Navidades Futuras, quien ya se acerca.