Origen de la Pascua

La Pascua

La Pascua, también conocida como Pascua de Resurrección, Pascua Florida, Domingo de Pascua o Domingo de Resurrección, es la fecha que engloba diversas celebraciones religiosas y culturales. Para los cristianos es su fiesta principal, en la que se celebra la resurrección de Jesucristo, mientras que otros pueblos celebran su liberación o la llegada de la primavera.

La Pascua es una de las fiestas más antiguas y arraigadas de la humanidad, la palabra Pascua viene del hebreo (pésaj), que traducido al latín es (pascha) y llevado al español podría traducirse como 'lugar de pastos', lo cual alude al ayuno, de manera que hace referencia a la acción de 'festejar un paso, un cambio, una transición o transformación'.

Como dijimos, esta palabra viene del hebreo, siendo el pueblo judío quien le dio ese nombre, por esta razón se cree que la Pascua comenzó aproximadamente en el año 1513 A.C., cuando el pueblo judío se liberó del yugo de los egipcios. Es durante esta fiesta que los judíos recuerdan su paso a través del Mar Rojo, cuando fueron guiados por Moisés hasta su libertad. En cambio, los cristianos conmemoran mediante la fiesta de Pascua el sacrificio de Cristo, su muerte para salvar al pueblo de Dios y liberarlo del pecado, y su resurrección acontecida en domingo, durante el tercer día de su muerte, haciendo de este día el centro de la fiesta, pues se celebra la resurrección del Salvador.

Ambas celebraciones coincidieron en fechas mientras los cristianos utilizaron el calendario lunar compuesto por 355 días, pues al ser Cristo judío, celebro junto a sus discípulos su Última Cena durante la Pascua judía, el jueves 14 de Nisán, el primer mes del calendario hebreo, fecha en que los hebreos celebran la cena del cordero, rememorando su salida de Egipto, pero para los cristianos la Pascua no celebra esa última cena, sino la resurrección que ocurrió el domingo 17 de Nisán. Al cambiarse los cristianos al calendario solar de 365 días, se volvió muy complicado que se repita la coincidencia anteriormente descrita.

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A pesar de todo lo anteriormente dicho, la Pascua es una celebración incluso más antigua, pues, aunque no llevaba ese nombre, durante la antigüedad el hombre estaba más relacionado con la naturaleza y si quería sobrevivir debía comprenderla, fue así como nuestros antepasados dividieron el año en cuatro momentos fundamentales, dos solsticios y dos equinoccios, mediante ellos describían el nacimiento, crecimiento, maduración y muerte del sol.

Durante el solsticio de invierno llega el fin de la vida del sol, pero la primavera trae con sigo su resurrección, dando lugar al que antaño conocían los romanos como Sol Invictus, figura que fue asimilada por Jesucristo, quien al resucitar emergió como un nuevo sol de esperanza para el mundo. Es de esta manera como la Pascua simboliza tanto renacimiento como fertilidad, la fertilidad de la primavera.

Es aquí donde entra el Conejo de Pascua, pues desde siempre la liebre a simbolizado la fertilidad debido a su prolífica capacidad de procreación, siendo elegida como símbolo de antiguas fiestas dedicadas a la fertilidad de la tierra durante la primavera, más específicamente en lo que hoy en día es el mes de abril. Su uso se popularizo entre los antiguos pueblos del norte de Europa, pero fue en fenicia donde lo convirtieron en símbolo de la diosa Astarté, también conocida como Ishtar en babilonia o Asera por los cananeos.

Cientos de años después, el conejo regresaría en una tradición del pueblo alemán, la leyenda narra la historia de una mujer alemana de escasos recursos, quien era incapaz de regalar dulces a sus hijos, así que escondió en el jardín de su casa huevos decorados, cuando los pequeños salieron al jardín observaron a un conejo corriendo al rededor, así que, al encontrar los huevos creyeron que había sido él quien coloco los huevos, a partir de ese día los niños colocaron un nido en el jardín esperando que el Conejo de Pascua dejara más huevos en esa fecha.

Esta tradición evolucionaría de manera similar a la Navidad, pues se daban regalos cada año, solo que en Pascua se regalaban huevos de azúcar, que más adelante fueron remplazados por unos de chocolate, pero siempre adornados.

El Conejo de Pascua es una criatura con el aspecto de una liebre, que según la leyenda del folclor popular es amistosa y benéfica, pues al igual que otros seres como Santa Claus, en cierta época del año lleva regalos a los niños, justo la noche anterior al día de su fiesta.