Pan Gu

El mito de Pan Gu

Pan Gu es un gigante primordial de la mitología china, nacido de las energías del yin y el yang. Este ser daría origen al mundo con su nacimiento y más tarde le daría forma con su cuerpo. Pan Gu es adorado en el taoísmo y su mito de la creación es uno de los más expandidos por el mundo.

Se dice que en un principio no existía nada el universo, excepto una masa oscura y vaciá de caos informe, en algún punto el caos comenzó a unirse, cuando termino había tomado la forma de un huevo cósmico y dentro de él, las fuerzas del Ying y el Yang se habían equilibrado perfectamente, este proceso duro 18 mil años, culminando con la eclosión del huevo y el nacimiento de Pan Gu.

Pan Gu se encontró solo entre ambas fuerzas primordiales y opuestas, en un entorno gris y sin dualidad, así que para empezar a dar forma al mundo tomo su hacha y de un solo tajo las dividió. El Ying se condenso en un enorme cúmulo dando origen a la tierra, mientras que el Yang daría lugar al cielo, para mantener ambas esencias separadas, Pan Gu se colocó entre ellas y comenzó a empujarlas con su enorme fuerza, alzando con sus brazos el cielo y hundiendo sus pies en la tierra. El gigante estuvo empujando durante otros 18 mil años, elevando el cielo un zháng cada día, el equivalente a 3.33 metros y la tierra se hundía en la misma proporción que se elevaba el cielo, creciendo Pan Gu casi siete metros por día.

Se cuenta que en su tarea de separar el cielo de la tierra fue ayudado por cuatro animales sagrados, la Tortuga Espíritu, el Qilin, el Fénix y el Dragón Yinlong.

Una vez culmino la separación, Pan Gu se dispuso a descansar, se hecho sobre la tierra y comenzó a soñar, por desgracia su tiempo se agotaba, pues era ya muy mayor, Su sueño fue llevándolo poco a poco hasta la muerte, no obstante, seguía participando en la creación mientras su vida se extinguía.

De su respiración surgió el viento, de su voz el trueno, cuando su ojo izquierdo se desprendió de su rostro formo el sol y con el derecho la luna, su cuerpo dio origen a las montañas, su sangre formo los ríos y su grasa el océano, sus músculos traerían tierras fértiles, su vello facial produjo la Vía Láctea, mientras que su cabello creo los bosques, sus huesos se descompusieron en minerales preciosos, la médula y semen se transformaron en jade y perlas y ya por último su sudor cayó en forma de lluvia.
Se dice que la humanidad también emergió de este gigante, pues los pequeños seres vivos que habitaban en su cuerpo, en algunas versiones pulgas, fueron llevadas por el viento y se terminaron convirtiendo en los seres humanos. Según la leyenda, Pan Gu habría terminado de crear el universo en el año 2.229.000 A.C. De esta manera el gigante dio origen a todo los que conocemos hasta el día de hoy.

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A lo largo del mundo existen multitud de mitos de la creación del universo sumamente similares, en los que se le atribuye a un gigante la formación de todo lo existente, pues todo se crea a partir de su carne y sangre, ya sea que este se ofrezca como sacrificio o sea utilizado por otros dioses para su propósito, algunos ejemplos de estos gigantes son: Ymir, de la mitología nórdica, Púrusha en el vedismo, Cipactli en la mitología mexica y Tiamat en la mitología de Mesopotamia, entre otros.

Pan Gu es descrito como un gigantesco y fornido hombre, de aspecto desarreglado, con barbas y cabellos largos, negros y despeinados. Se le suele representar portando su enorme hacha y separando el cielo de la tierra, en algunos casos también se muestra acompañado de los animales sagrados.

Este enorme Titan posee una fuerza física digna de los más poderosos colosos, pues es capaz de soportar el cielo sobre sus hombros y además alzarlo cada vez más alto, no obstante, su hazaña más impresionante fue separar de un solo tajo las fuerzas del Ying y el Yang, solo para después tomarlas con sus manos y colocarlas a ambos extremos de su cuerpo.

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