La diosa Inanna

Inanna diosa del Amor

En la mitología sumeria Inanna era la diosa del amor, la belleza, el sexo, la guerra y la justicia, además era patrona del poder político y protectora de la ciudad de Uruk. Los sumerios la adoraban bajo el nombre de Inanna, pero más tarde sería conocida por los acadios, babilonios y asirios como Ishtar, aunque, también se le adoraba como la "Reina del Cielo". Era hija de Nannar, dios de la luna y Ningal, la diosa lunar. Su consorte era Dumuzi, semidiós y héroe de Uruk. Encima representaba el arquetipo de diosa madre que más tarde sería adoptado por otras diosas de culturas posteriores.

Inanna se convertiría en una de las deidades más importantes de la mitología mesopotámica, razón por la que se le incluiría en diversos mitos de suma importancia para las culturas que habitaban entre los ríos Tigris y Éufrates.

Para los mesopotámicos las estaciones del año eran de suma importancia, por ello celebraban solsticios y equinoccios, pues para ellos representaban las transiciones naturales del mundo y de la vida. El otoño y el invierno eran épocas de renovación para renovar fuerzas y purificarse, mientras que, la primavera y el verano traían el florecimiento y la fertilidad.

Fue esta dualidad la que hizo que Inanna descendiera al Irkalla, el inframundo sumerio, para enfrentarse con su hermana Ereshkigal, pues ambas diosas representaban una cara distinta de la misma moneda, sin embargo, para poder atravesar las puertas del inframundo, la diosa debía despojarse de una de sus prendas cada vez que cruzara una entrada, al final Inanna llego desnuda ante su hermana, pero había perdido más que solo sus ropas, Ereshkigal le había puesto una trampa, pues cada que se quitaba una de sus vestiduras también se desprendía de una parte de su poder, al estar debilitada le fue imposible enfrentar a la diosa del inframundo, razón por la que terminaría perdiendo la vida.

La muerte de la diosa llevo caos al mundo, pues con su ausencia ningún ser en la tierra tenía deseos de aparearse, ni hombres ni animales. Para solucionarlo, el dios Enki envió a dos criaturas al inframundo para engañar a Ereshkigal, de manera que lograron que la diosa de los muertos les entregara el cadáver de su hermana, lo llevaron ante Enki y este la baño con agua de la vida. Así logro traer de vuelta a la vida a Inanna, pero para regresar al mundo de los vivos necesita un sustituto para que tome su lugar en el inframundo, Damuzi, su amado, se sacrificó para tomar su puesto. Como consecuencia Dumuzi reina durante el otoño y el invierno, mientras Inanna rige durante la primavera y el verano. En algunas versiones Geshtinanna, hermana de Dumuzi, tomo la mitad de la carga, viajando ella al inframundo durante seis meses para que su hermano pueda regresar con su amada Ishtar durante los otros seis meses.

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Inanna y Anu

En otro mito se nos cuenta la travesía que Inanna tuvo que realizar para poder presidir sobre el templo de Eanna. El templo estaba oculto en el medio de una enorme región pantanosa y al ser el "Templo de los Cielo", estaba consagrado a An, dios del cielo, pero, aun así, era tal el deseo de Ishtar por ocuparlo que persistió en su ambición. Solo un pescador conocía la ubicación del mítico recinto, así que, Inanna le pidió que la guiara a través del pantano, al llegar la diosa se sintió encantada por el templo, razón por la que Anu le otorgo el templo sin que la diosa tuviera que pedírselo si quiera.

Se dice que Inanna deseaba el poder de los Me, objetos mágicos de inmenso poder, casi todos con forma de tablilla que contenían las normas a seguir para gobernar la creación, sin embargo, estas estaban en poder de Enki, por ello, la diosa viajó por los cielos sobre su barca rumbo al Apsu, el hogar de Enki, el dios se percató de que sería visitado, así que, preparo una fiesta para recibir a Inanna, por desgracia para él, Ishtar lo emborracho durante la fiesta, aprovechando la ocasión para tomar los Me y llevárselos en dirección a la corriente del Éufrates. Cuando Enki volvió en sí, envió a los Apkallu, espíritus de la sabiduría, para recuperar los preciados Me, pero fueron derrotados por Inanna, la diosa llevo los Me desde la ciudad de Eridú hasta la ciudad de Uruk, explicando así el histórico traspaso de poder entre Eridú y Uruk.

Cuenta la leyenda que el legendario árbol Huluppu, se encontraba a la orilla del río Éufrates, sin embargo, un día el dios Enlil desato una terrible tormenta, sus vientos hicieron que el árbol se desprendiera desde la raíz y terminara flotando en el río, al verlo, la diosa lo tomo y volvió a plantarlo, pero esta vez en su jardín sagrado. Aunque, otra versión narra como la diosa se encontró con una pequeña semilla, la cual sembró en el jardín de su templo, la semilla terminaría convirtiéndose en él árbol sagrado bajo el cuidado de la diosa. Sin embargo, sea cual sea el caso, el árbol fue atacado por tres seres malvados: una enorme serpiente, la monstruosa ave Anzu y la demonio Lilith.

Las tres criaturas habitaron sobre el Huluppu, lo que causo el deterioro del árbol, así que, la diosa Inanna pidió ayuda a su hermano Shamash, pero este le negó su apoyo, así que, Ishtar acudió a Gilgamesh, quien, si acepto ayudarle, el héroe sacudió el árbol tan fuerte que hizo escapar al ave con sus crías y luego golpeo a la serpiente, pero Lilith logro hacer estragos en el árbol antes de escapar, Inanna quedo destrozada al ver su preciado árbol en tan mal estado, afortunadamente Gilgamesh logro recuperar suficiente madera para crearle un trono a la diosa y a cambio esta le regalo el tambor pukku y las baquetas mikku.

Tras la hazaña de Gilgamesh, Inanna quedo admirada por la belleza y la fuerza del héroe, así que, le pidió que se convirtiera en su esposo y cambio recibiría gloria, felicidad y abundancia eternas, pero Gilgamesh la rechazo y le recordó el amargo final de sus amantes anteriores, ofendida y furiosa, Ishtar viajo a los cielos y le pidió An que enviara al Toro del cielo para destruir a Gilgamesh o de lo contrario ella misma abriría las puertas del inframundo para que los muertos llenaran el mundo de los vivos, Anu envió al toro, pero Gilgamesh logro derrotarlo con ayuda de Enkidu, impotente, la diosa lanzo una maldición sobre ambos, pero Enkidu arranco el cuarto trasero del toro y lo arrojo a la cara de Ishtar amenazándola con hacerle lo mismo.

Inanna llego a ser la deidad más adorada de toda Mesopotamia, llegando a tener ocho templos repartidos por todo el Tigris y Éufrates, siendo el templo del cielo en Uruk el más grande de ellos. Se celebraban grandes fiestas en honor a la diosa, en las que se realizaban banquetes y orgías. Además, se le imploraba para tener prosperas cosechas y obtener la victoria en las guerras.

A esta diosa se le asociaba con el planeta Venus, pero sus símbolos principales eran el león y la estrella de ocho puntas, así como un nudo de juncos verticales y con la parte superior curvada.

Ishtar es representada como una hermosa mujer alada de cualidades perfectas, se le suele ver casi o completamente desnuda, portando nada más que su corona y algunos adornos, aunque, también se le podía ver portando armadura. Usualmente era mostrada con algunos de sus símbolos, como armas, la estrella de ocho puntas, alimentos como frutas y verduras, pero sobre todo con leones.

Inanna poseía innumerables poderes, como diosa de la fertilidad era capaz de hacer florecer la vida entre las plantas y animales, llevaba la fertilidad y el deseo sexual allá donde fuera. Mientras que, como aspecto de la guerra, era poderosa e implacable, pues era una magnifica guerrera. Además, se le consideraba como la creadora y dadora de vida, la energía divina que hacía funcionar la creación.

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