Hugin, cuyo nombre significa “Pensamiento” y Muninn, que corresponde a la “Memoria”, son los famosos cuervos de Odín, presentados en casi todas las ilustraciones y productos populares que incluyen al padre de todos.
Estos cuervos son los ojos y oídos de Odín. Cada mañana, los envía a recorrer el mundo para observar y escuchar todo lo que ocurre. Al regresar, le informan sobre los acontecimientos de los Nueve Mundos.
Representan la sabiduría, el conocimiento y la conexión entre el presente y el pasado. Y, a su vez, también simbolizan la omnisciencia de Odín.
Representan la necesidad de estar informado y conectado con lo que ocurre en el mundo. Su dualidad subraya que tanto el razonamiento como el recuerdo son fundamentales para la toma de decisiones y el liderazgo. Simbolizan la omnisciencia de Odín, quien nunca está ciego a los eventos que suceden en los Nueve Mundos.
Los cuervos eran animales asociados con la guerra, la muerte y el destino. Esto también conecta a Huginn y Muninn con el rol de Odín como dios de la guerra y las almas caídas.
En la Grímnismál (un poema de la Edda poética), Odín dice:
"Huginn y Muninn vuelan cada día por todo el mundo. Temo por Huginn que no regrese, aunque por Muninn temo más."