Cuando Beren y Lúthien se aventuraron en la búsqueda del Silmaril tuvieron que cruzarse con Carcharoth en su camino por Angband.
Beren estaba disfrazado como Draugluin, pero el lobo sospecho de él, pues ya había escuchado de la muerte de este.
Previendo su ataque, Lúthien le encantó con su magia para poder pasar, pero al salir ya con el Silmaril,
Carcharoth los atacó antes de que Lúthien pudiera encantarle de nuevo.
Beren le tendió el Silmaril capturado en un intento de detener a la bestia, pero Carcharoth le arrancó la mano a Beren a la altura de la muñeca con el Silmaril y todo.
El Silmaril quemó las entrañas de Carcharoth, que enloqueció de dolor salió corriendo, volviéndose un terror para los eldar, hombres y orcos por igual.
La bestia pasó por sur a través de Beleriand, consumido por una sed abrumadora. De ahí su apodo de Anfauglir, que significa “Fauces de Sed”.
Llegó a Doriath, donde Beren, el rey Thingol, Beleg Cúthalion y Mablung se unieron al perro Huan para cazar al lobo.
Al final, fue descubierto dentro de las fronteras de la propia Doriath, donde libró su último combate con Huan:
Su lucha fue tan brutal que el lobo y el perro se quitaron la vida mutuamente en ese combate.
Cuando Mablung abrió el vientre de la bestia, encontró allí el Silmaril con la mano de Beren aún alrededor, pero cuando tocó la carne ya no estaba.