Mito de los Amaru Aranway
Esta situación se explica de mejor manera en el mito de los Amaru Aranway.
Dos hermanos Amaru, en cuya historia se explica la existencia de grandes fieras que atemorizaban a la población,
dando como resultado a dos colosales y fantásticos seres de grandes poderes enviados a combatir ese problema empeorándolo
y causando aún más terror, razón por la cual los Wancas aclamaban a los dioses una solución. El relato narra lo siguiente:
Cuentan los Wancas, que sus ancestros vivían en cavernas, porque en los alrededores de un gran lago, habitaban unas terribles fieras que los atacaban.
Así que imploraron a Viraqucha, quien a su vez ordenó al Tulunmanya, el primer arco iris, que les enviara ayuda.
Fue así que este hizo brotar de su pecho, con un gran estruendo, a una bestia fabulosa de colosal tamaño,
era el Yana Amaru, de color oscuro, el cual debía terminar con aquellas fieras que atormentaban a los pobladores de la región.
Mas una vez cumplido el encargo, este ser comenzó a atacarlos, por lo que nuevamente suplicaron, y entonces fue
engendrado Yuraq Amaru, de color plateado, para combatir al primero.
Sin embargo, entre ambos y sus descomunales peleas, causaron aún mayores estragos.
Entonces Viraqucha envió a Illapa, el Rayo y a Wayra, el Viento, a combatirlos.
Al verlos, los dos Amarus se sumergieron en el lago, pero Illapa quebró una orilla y Wayra empujó las aguas para que
se desbordasen y así el lago se secase, dejando a los Amarus al descubierto.
Ellos entonces trataron de huir al cielo, pero Wayra los hizo volver, e Illapa les dio el combate definitivo.
Poco antes de morir, ambos Amarus se estiraron y crecieron aún más, transformándose en las dos cadenas montañosas que amurallan el valle.
El mayor hacia el poniente, convirtiéndose en una cordillera de fértiles tierras de cultivo y amplias pasturas,
mientras que el menor lo hizo hacia el saliente, con nieves perpetuas.