Illapa también conocido como Apu Illapa, Catuilla y Libiac, era el dios del rayo, el trueno, el relámpago, la lluvia y la guerra en la mitología incaica. Estaba fuertemente vinculado a la agricultura, pues de la mano de él dependía el clima idóneo para fructíferas cosechas y cultivos. Como dios de la guerra, también jugaba un papel primordial en contextos bélicos, pues protegía las campañas militares incas durante sus expansiones. Debido a sus facultades como dios del clima y la guerra, Illapa fue venerado a tal punto de ser considerado como el tercer dios más importante dentro del panteón incaico. Solo superado por Viracocha e Inti. Su nombre proviene del quechua y significa "rayo".
El panteón incaico estaba encabezado por Viracocha, como creador, luego seguía Inti, el sol y en tercer lugar Illapa, quien se decía que era el enviado del dios Inti, de manera que Illapa descendía del cielo como un rayo y aquel lugar en el que caía era considerado maldito.
Al relámpago, trueno y rayo tuvieron por criados del Sol, mas no los tuvieron por dioses, antes abominaron y abominan la casa o cualquier otro lugar del campo donde acierta a caer algún rayo: la puerta de la casa cerraban a piedra y lodo para que jamás entrase nadie en ella, y el lugar del campo señalaban con mojones para que ninguno lo hollase; tenían aquellos lugares por malhadados, desdichados y malditos; decían que el Sol los había señalado por tales con su criado el rayo. La ira de Illapa era muy temida, pues también estaba asociado con la justicia y el castigo. Se creía que el dios podía castigar a aquellos que no lo respetaran o que cometieran actos impuros. El castigo podía manifestarse en forma de sequías, inundaciones o tormentas eléctricas.
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Además del rayo y el trueno, Illapa también controla la lluvia. Se cree que lleva consigo una jarra llena de agua y que, al vaciarla provoca la lluvia. En la mitología andina, Illapa es considerado el encargado de distribuir el agua y la lluvia en la Tierra, por lo que también es asociado con la fertilidad y la abundancia.
Para rendir culto a Illapa, se le ofrecían sacrificios y ofrendas rituales. Estas ofrendas estaban compuestas por alimentos, animales e incluso humanos, en especial niños, quienes eran considerados los más puros y aptos para apaciguar al dios. También se celebraban festividades en honor a Illapa casi siempre durante la época de lluvias. Se realizaban danzas, música y rituales para agradecer al dios la lluvia y asegurar su protección y benevolencia en el futuro.
A Illapa se le representaba como un poderoso e imponente hombre ataviado con brillantes vestiduras. Portaba una honda y una maza, ambas de oro. Dichas armas simbolizaban su poder absoluto sobre el clima y su destreza para la guerra. Otras representaciones lo mostraban como un guerrero formado de estrellas en el mundo celestial. Aunque en los templos también se le simbolizaba como un doble zigzag.
Illapa tenía dominio sobre las lluvias y el tiempo, y por ende de las cosechas. Siendo capaz de crear inundaciones o sequías. Tiene el poder del rayo y sus armas golpean con la fuerza del trueno. Además, es un espléndido guerrero y experto líder militar.
Curiosamente Illapa comparte muchas similitudes con otros dioses de la lluvia y el rayo de la región, como lo son Chaac en el panteón maya y Tlaloc para los mexicas. Los tres son dioses del rayo y las lluvias e incluso se les asocia con el sacrificio de jóvenes, lo que nos deja claro la influencia y comunicación de los pueblos americanos. Otra curiosidad es que, a la llegada de los españoles, estos sincretizaron al dios Illapa con el apóstol Santiago, de quien decían que producía truenos con el galope de su caballo al cabalgar en el cielo.
Dios Japones del Rayo y el Trueno.
Dios Mexica del Rayo y la LLuvia.
Dios Vedico de las Tormentas.
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