En el séptimo himno podemos encontrar un verso bastante popular, se le conoce como Mahamrityunjaya Mantra, en el cual se recomienda adorar
a Rudra para alcanzar el moksha, la liberación del alma del siclo del Samsara.
Por último, en el décimo himno del Rigveda se identifica a Rudra como la existencia universal y, por tanto, como el Purusha,
"La Persona Suprema o Ser interior".
"Todo esto es verdaderamente Rudra. A Rudra, que es tal, ofrecemos nuestro saludo.
Saludamos una y otra vez a ese Ser, Rudra, que es el único Purusha y el Alma de las criaturas.
El universo material, los seres creados y todo lo que allí se ha creado múltiple y profusamente, en el pasado y en el presente,
en la forma del mundo, todo eso es en verdad este Rudra. Saludos a Rudra que es tal."
No obstante, esto último se contradice con un verso del primer himno en el que se dice que Rudra y Brihaspati son hijos de
Bhumi, la tierra y el Cielo.