Incluso algunas narrativas mitológicas, consideran a las tzitzimimeh deidades vengativas y castigadoras
y cuyo descenso se asociaba a menudo con la necesidad de restablecer el equilibrio cósmico o castigar a la humanidad por sus acciones.
Además de los eclipses, se creía que los tzitzimimeh también descendían a la Tierra durante otros eventos cósmicos importantes, como el fin de ciclos cósmicos o eras.
Se dice que tal será el caso del fin del quinto sol, el cual está destinado a desaparecer por la fuerza de un temblor
será en ese momento en el que aparecerán las monstruosas tzizimimeh desde el oste, con su aterradora apariencia de esqueletos, y devorarán a todos los hombres.
Mito de la Huasteca
En la mitología nahua de la Huasteca, las tzitzimimeh habitan en una de las capas del Mictlán, el Tzitzimitlah,
donde se encuentran las entidades que causan sustos. Tenantzitzímitl, madre de Tlacatecólotl y Ehécatl,
fue nombrada la jefa de las tzitzimimeh por estas mismas criaturas. Al morir fue enterrada en el Cipactlah,
y se dice que de su cadáver surgieron las plantas venenosas y los animales que hacen daño.