Leyenda de Origen
En un principio, Itztlacoliuhqui era conocido como Tlahuizcalpantecuhtli, el dios de la madrugada y señor de Venus matutino.
Tlahuizcalpantecuhtli era un dios alegre y junto a Xolotl regía el Ilhuícatl-Huitztlán,
el cuarto cielo, "El Lugar del camino del Sol".
Un día, Tonatiuh, el dios sol, demandó obediencia y sacrificios de los otros dioses antes de moverse.
Esto no fue del agrado de Tlahuizcalpantecuhtli, así que conspiro junto a Xolotl para derrocar a Tonatiuh.
Furioso espero a que el sol atravesara su morada, cuando brillo en el horizonte, Tlahuizcalpantecuhtli disparo una flecha a Tonatiuh,
esperando que su ataque sorpresivo acabara con el dios, sin embargo, su flecha no logro alcanzar a Tonatiuh, y este disparó otra flecha en retribución,
pero a diferencia de él, el sol no fallo, su proyectil impacto directo en el medio de la cabeza de Tlahuizcalpantecuhtli.
Por desgracia, aquí no termino su penitencia, pues también fue castigado por los Dioses Creadores,
quienes lo sentenciaron a vivir en el inframundo.
Desde entonces, paso a ser conoció como Itztlacoliuhqui y se convirtió en el regente de Itztepetl,
"la montaña de obsidiana", el tercer nivel del Mictlán.
Condenado a llenar eternamente el cerro con los filosos pedernales.