Tezcatlipoca el Norte y el Negro, conocido como Espejo humeante, señor de la providencia, la oscuridad y lo invisible, el que todo lo da y todo lo quita. Es hijo del dios primordial Ometeotl. Es uno de los cuatro dioses principales de su panteón, es la dualidad y antagonista de su hermano Quetzalcóatl, pues Tezcatlipoca representa el negro y su hermano el blanco, luz y oscuridad.
Tezcatlipoca fue el segundo hijo que nació de Ometeotl, su deseo más grande era honrar a su padre y que este lo considerara su favorito, por ello, cuando decidieron poner fin a la vida de la temible Cipactli para poder crear el mundo, Tezcatlipoca se ofreció a ir solo y sin la ayuda de sus hermanos a destruir a la bestia, pues quería ser solo él quien se llevará la gloria, sin embargo, la bestia era demasiado poderosa para un solo dios guerrero, así que, su hermano Quetzalcóatl lo acompaño. Los dioses juntos idearon un plan, Espejo humeante se ofreció como carnada y coloco su pierna dentro del lago primordial para atraer a Cipactli, cuando mordió la pierna del dios, Quetzalcóatl ataco a Cipactli y le dio muerte, entonces ambos dioses tomaron su cuerpo, lo estiraron y dieron forma al mundo.
Ometeotl felicito a sus hijos por su gran hazaña, pero en especial a Quetzalcóatl por haber asesinado al monstruo, debido a eso Tezcatlipoca enfureció y guardo gran rencor a su hermano prometiendo vengarse en algún momento, pues él había sacrificado incluso su pierna para cumplir la misión.
Luego de que Quetzalcóatl formara un sol con la hoguera de los dioses, Tezcatlipoca critico su creación, pues era muy pequeño, su luz era sumamente tenue y apenas infundía calor, así que el poderoso Tezcatlipoca seria quien alimentaria el fuego, se adentró en las llamas y formo el primer sol, también llamado Tlaltipactonantiuh, lamentablemente al estar herido y ser el dios de la oscuridad solo pudo crear medio sol, su luz y calor tampoco eran suficientes, por si fuera poco, los humanos creados bajo su sol fueron hechos con barro, lo que los hizo torpes y enormes.
Debido a todo lo anterior no hubo más remedio que iniciar de nuevo, Tezcatlipoca había fallado. Quetzalcóatl alzo su bastón y de un solo golpe derribo a Espejo humeante del cielo, el dios cayo con una enorme fuerza dentro de un lago, Tezcatlipoca estaba furioso y una vez más acumulo resentimiento hacia su hermano, de las aguas emergió una vez más el Norte y el Negro, pero esta vez transformado en un gigantesco, poderoso y aterrador jaguar, con sus poderes convoco un ejército de jaguares y entre todos aniquilaron a los hombres, los pocos que sobrevivieron fueron transformados en cerros y montañas.
Tras limpiar el mundo de los primeros humanos, Quetzalcóatl se ofreció a convertirse en el segundo sol, su luz y calor eran muy agradables, lo que desagrado al celoso Tezcatlipoca y al ser los humanos creados con preciado maíz, parecía que tendría que soportar una vez más que las alabanzas fueran para su hermano, para su fortuna, el maíz hizo a los hombres soberbios cosa que los orillo a creerse perfectos y que no debían devoción a los dioses, Espejo humeante se sintió ofendido y no dudo ni un momento en saltar a los cielos para derribar a su hermano de un solo y poderoso zarpazo, luego con su magia convirtió a la humanidad en monos.
Para crear el tercer sol Tláloc fue el elegido, la luz y el calor que emitía eran bastante aceptables y los monos del periodo anterior convivieron pacíficamente junto a los nuevos humanos, por desgracia, Tezcatlipoca robo su esposa a Tláloc y este furioso hizo que no cayera ni una sola gota sobre la tierra, esto hizo que los humanos cayeran en desesperación y rogaran al dios por la lluvia, pero este que aún estaba enojado envió nubes que en lugar de agua dejaron caer llamaradas ardientes, de esta manera Espejo humeante provoco la caída del tercer sol.
No conforme con provocar un caos durante el tercer sol, Tezcatlipoca perjudico también al sol creado por Chalchiuhtlicue, pues dijo que no estaba haciendo un buen trabajo alumbrando a la humanidad y que no era digna del puesto que ostentaba, las palabras de Espejo humeante hicieron sentir tan mal a la diosa que provoco su llanto, lloro tanto que provoco grandes inundaciones y ahogo a los humanos.
A pesar de haber devuelto la caída a su hermano tras derribarlo de los cielos como segundo sol, Tezcatlipoca aún no estaba conforme con su retribución, pues aun quedaba aquella ocasión en la que fue reconocido por su padre y ahora también se sumaba a sus celos la hazaña de Quetzalcóatl al recuperar los huesos sagrados, crear a la nueva humanidad y convertirse en su líder y guía. Para saciar su venganza el dios tuvo que esperar mucho tiempo, pero al final llegaría su oportunidad. Cuando Quetzalcóatl dentro de su cuerpo humano se encontraba viejo, débil y además tenía parte de los dioses y de su pueblo en su contra por prohibir los sacrificios Tezcatlipoca supo que era su momento.
viajo a la ciudad disfrazado como un anciano y se dirigió al palacio del emperador, sin embargo, el paso le fue negado, el dios no se rendiría tan fácil, pues logro persuadir a una joven a quien le mostro sus enormes genitales a cambio de dejarlo pasar, se presentó ante el emperador y le mostró su espejo, Quetzalcóatl se vio en él, viendo algo horrible, era el mismo, pero hecho humano, sin su poder, sin su grandeza, todo su esplendor reducido a un cuerpo débil y viejo, entonces pensó que su pueblo tarde o temprano dejaría de amarlo y respetarlo.
Espejo humeante aprovecho el momento de debilidad de su hermano y le ofreció un remedio para devolver al poderoso Quetzalcóatl toda su fuerza y juventud, Tezcatlipoca tomo una jícara y le sirvió una bebida llamada Octli, conocida hoy en día como Pulque, el emperador tomo la jícara y de una sola vez bebió su contenido, con la primera porción sintió de inmediato como las fuerzas regresaban a su cuerpo, así que tomo una más, la segunda medida lo hizo entrar en confianza, así que, tomo una tercera, la cual lo hizo sentir una vez más invencible, no podía detenerse, por lo que tomo la cuarta jícara, sin embargo, el número cuatro hacía referencia a una cantidad incontable, de esta manera Quetzalcóatl termino ebrio y Tezcatlipoca no podía estar más contento, pues también había colocado hongos alucinógenos en la bebida, drogado el emperador realizo todo tipo de desastres y agresiones, además de tener relaciones con su hermana, todo esto ante la atenta mirada del malicioso Espejo humeante que por fin tenía su venganza.
Tezcatlipoca es representado de muchas formas, pues el dios adoptaba distintas apariencias, se le podía ver como un hombre alto y negro, rodeado por humo y tinieblas. También solía tomar la forma de un guerrero adornado con pieles de jaguar, en su forma de nahual era un enorme y poderoso Jaguar, por último, se le ve siempre portando su espejo humeante.
El poderoso Tezcatlipoca es un usuario de poderosa magia, puede transformarse y tomar la apariencia de lo que desee, su espejo refleja el alma y la verdad de cualquiera que se refleje en él. En su forma de jaguar tiene una fuerza descomunal, puede invocar un ejército de jaguares y domina los poderes de la oscuridad.
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