Aspecto
El aspecto de Kon es por demás peculiar, puesto que no tenía huesos ni carne, no obstante, su figura era humana.
Debido a su complexión, se decía que se desplazaba ligero, volando entre las sierras y valles solamente con la voluntad y su palabra.
Se le representaba portando mascaras felinas y alimentos, de su cintura caen cabezas trofeos y en su mano carga un báculo.
Otras representaciones lo muestran con su cabeza y ojos prominentes, razón por la que también se le llamaba el "dios oculado".
El dios Kon también podía manifestarse bajo la forma de una gran tormenta o remolino de arena, era mediante esta forma, que Kon
se desplazaba a lo largo del vasto desierto costero peruano.
Poderes
Kon es una deidad de gran poder, pero este depende en gran medida de la versión.
En su versión más poderosa, Kon es el ser supremo y creador, solo igualado por Pachacamac, quien, aunque logro derrotarlo estaban en el mismo nivel.
Su otra versión no se queda muy atrás, pues, a pesar de no ser el ser primordial de la existencia,
fue capaz de crear la tierra y todo lo que en ella existe.