Pachacámac

Pachacámac, Creador de la Tierra

En la mitología incaica, Pachacámac, el creador de la tierra, es el dios creador y animador de todo el universo. Por ende, era él quien controlaba el equilibrio en el mundo. Era asociado con el fuego, los terremotos, las nubes y el cielo.

El dios Pachacámac gozaba de alto prestigio en la costa central del Imperio Inca y su influencia era tal que fue comúnmente considerado como una reedición del dios Wiracocha. Asimismo, Pachacámac fue considerado el creador en las culturas Lima, Chancay, Ichma, Huari y Chincha. Algunas fuentes consideraban a Pachacámac como un dios que, similar al dios Wiracocha, era invisible y que nadie lo había visto. Antes de ser incorporado al panteón incaico, Pachacámac era conocido bajo el nombre de Ychsma, Ichma o Irma.

Pachacámac mitología

Video de Pachacámac

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Etimología

El nombre del dios Pachacámac se descompone del quechua Pacha, que se traduce como (mundo o universo) y de Kamaq (creador o hacedor de todas las cosas). Su nombre se puede interpretar de múltiples formas. Entre las más frecuentes interpretaciones, están: "Creador del mundo" o "El sustentador del mundo".


Mitología

El dios Pachacámac aparece en diversos mitos, los cuales son muy diferentes el uno del otro e incluye a otras deidades incluso anteriores a él y que realizaron la creación incluso antes de su existencia.

Pachacámac y Kon

Cuenta un mito, que el dios Kon era el creador de todo, pues era él quien hizo el Sol, la Luna, las estrellas, todo lo demás. Tras crear la Tierra, Kon decidió poblarlo de seres que lo adorasen y le rindiesen culto. Así Kon creó a la humanidad, sin embargo, su creación poco a poco perdió la devoción hacia su creador y, por ende, ya no lo adoraban. Para castigarlos, el dios Kon les arrebato las lluvias, lo que hizo que las fértiles tierras se convirtieran en los extensos desiertos que yacen en la zona costera.

Kon solo dejó algunos ríos para que con mucho esfuerzo y trabajo los humanos pudieran subsistir. Sin embargo, un día, el mundo contempló el advenimiento del dios Pachacámac. Este último enfrentó a Kon en una larga y violenta batalla que estremeció toda la Tierra. Al final Pachacámac obtuvo la victoria y Kon fue exiliado.

Posteriormente, Pachacámac destruyó toda creación de Kon y la moldeó a su gusto, convirtiendo a los seres humanos del dios Kon en diversos animales como: monos, zorros, lagartos y demás. Así tendría el camino libre para crear una nueva generación de seres humanos.


El mito de Vichama

Según el mito de Vichama, Pachacámac era hijo del primer sol que alumbró al mundo. Él había creado una pareja para que poblara la Tierra, pero olvido proveerlos de alimento. A raíz de esto, el hombre murió al poco tiempo. La afligida mujer fue a reclamarle al Sol, quien en este mito era el creador de todo, este se compadeció y bajó a la Tierra.

Mediante sus rayos, el Sol fecundó a la mujer y esta dio a luz a un hermoso niño a los 4 días.

Pachacámac dios inca

Al conocer lo sucedido, Pachacámac enfureció, pues la mujer acudió al sol en lugar de a él, quien era su creador. Movido por la furia, Pachacámac le quito el niño a su madre. Ignorando los ruegos de esta última, Pachacámac le arrebato la vida y despedazó el cuerpo de su medio hermano. Luego sembró las partes del niño y así nacieron todos los alimentos, sin embargo, estos no llenaron el vacío de la apesadumbrada mujer. Cada alimento le recordaba a su hijo, por lo que comenzó a llorar desconsoladamente.

El Sol volvió a intervenir y con los restos del ombligo del niño, lo resucitó y lo nombro Vichama. Al llegar a la juventud, Vichama emprendió una aventura para recorrer todo el mundo como su padre, el Sol. Lamentablemente, durante su ausencia, Pachacámac reapareció y ahora dio muerte a la mujer. El dios dividió el cuerpo de la madre en pequeños trozos y con ellos alimentó a los cóndores y gallinazos, pero guardo sus cabellos y huesos escondiéndolos en las orillas del mar. Tras esto, Pachacámac creó una nueva generación de humanos.

Al regresar, Vichama se enteró de la triste noticia, pero pudo resucitar a su madre. Aun así, Vichama seguía enfurecido, así que buscó a Pachacámac para enfrentarlo, pero este ya había desaparecido tras sumergirse en el mar. La furia de Vichama no menguaba, bramando encendía los aires y centellando atemorizaba los campos. Al no poder mitigar su furia, Vichama busco con quien desquitarse, acusó a los seres humanos creados por Pachacámac de ser cómplices de la muerte de su madre. Para castigarlos, Vichama los convirtió en piedra, terminando con la segunda generación de hombres.

Posteriormente, se creó una nueva humanidad a partir de tres huevos que cayeron del cielo: uno de oro, del cual surgieron los curacas; uno de plata, del que surgieron sus mujeres y otro de cobre, del cual emergieron los hombres y las mujeres que poblaron el mundo.


Pachacámac y los Willkas

Otro mito cuenta que, en el Hanan Pacha, el mundo celestial de los dioses incas, vivían dos hermanos: Pachacámac, dios del cielo y Wakon dios del fuego y de la oscuridad. Ambos hermanos estaban enamorados de Pachamama, lo que los llevo a desarrollar una fuerte rivalidad. Pachacámac logro ganarse el corazón de la diosa, entonces ambos se unieron, simbolizando la unión del cielo y la tierra. Como fruto de esta unión, nacerían los gemelos conocidos como los "Willkas". Hombre y mujer.

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Por supuesto, que esto causo la furia de Wakon, quien estaba decidido a enfrentar a su hermano. Para su desgracia, Pachacámac lo derroto y lo exilió al Kay Pacha, el mundo terrenal. Sin embargo, esto no fue suficiente para parar a Wakon, quien descargó toda su cólera en la Tierra. Sequías, inundaciones, hambruna y muerte eran solo algunos de los tantos estragos que Wakon desencadenó en el mundo.

Incapaz de permitir las acciones de su hermano, Pachacámac descendió del Hanan Pacha y enfrento una segunda vez a su hermano. En cada golpe, la Tierra temblaba terriblemente. Wakon enfrentó a su hermano, esta vez, con total intención de matarlo. Sin embargo, sería vencido nuevamente por Pachacámac, restableciendo así, el orden en el mundo. Entonces, Pachacámac y Pachamama reinaron en la Tierra junto a sus dos hijos, como seres mortales; Mientras el vencido Wakon fue nuevamente exiliado y condenado a vivir en las sombras de las cuevas de las montañas más lejanas, con la advertencia de no volver jamás.

Lamentablemente su felicidad duro poco, pues Pachacámac cayó por accidente al mar de Lurín, muriendo ahogado y convirtiéndose en una isla. Pachacámac, era la flama que otorgaba la luz al mundo, y ahora se había extinguido, por lo que el mundo quedó inmerso en las tinieblas.

Tras la muerte de Pachacámac, ocurrieron diversos eventos que, sin saberlo, llevaron a Pachamama y sus hijos a el escondite de Wakon. Dentro de su cueva, Pachamama y sus hijos se calentaron con el fuego de su hoguera. Cuando Wakon se percató de quienes eran, ideó un plan para realizar su venganza. Wakon envió a los Willkas a llenar con agua un cántaro que tenía una grieta casi imperceptible; Por lo que tardarían en darse cuenta de que dicho recipiente jamás podría llenarse.

Durante su ausencia, Wakon intento seducir a su madre, pero al no lograrlo, decidió acabar con la diosa, a quien dividió en partes para devorarla. Tras la barbarie, Pachamama se transformó en la actual cordillera conocida como La Viuda. Cuando por fin regresaron, los Willkas buscaron extrañados a su madre, pero Wakon les dijo que no tardaría en regresar; No obstante, el tiempo transcurría y la diosa madre no se hacía presente.

Ante el sufrimiento de los niños, los animales advirtieron a estos del peligro que representaba Wakon. Asimismo, los ayudaron a derrotar al temible dios engañándolo para que este cayera en un profundo abismo. Cuando esto pasó, violentos terremotos azotaron la Tierra. Los niños agradecieron a los animales y luego tuvieron que seguir sin sus padres.

Mientras ambos hermanos se hallaban recogiendo papas, encontraron una planta de oca con forma de muñeca. Los niños, contentos con el descubrimiento, comenzaron a jugar con ella hasta que se partió en pedazos. La pérdida del juguete hizo que los niños lloraran hasta quedarse dormidos. Mientras dormían, la niña tuvo un sueño que no comprendía. En su sueño, ella arrojaba su sombrero al aire; pero este no regresaba, sino que permanecía suspendido en el aire.

Al despertar, la niña le contó a su hermano el sueño que había tenido, pero ninguno comprendió su significado. Confundidos y sin saber qué hacer, se quedaron sentados en el campo. Mientras meditaban acerca del significado del sueño, vieron descolgarse del cielo dos sogas de oro y decidieron treparlas para ver hacia donde llevaban.

Increíblemente subieron hasta llegar al Hanan Pacha, donde fueron recibidos por su padre. Pachacámac recompensó la valentía de sus hijos otorgándoles un lugar privilegiado en su reino. Siendo así como los Willkas se transformaron en cuerpos celestes.

El niño se transformó en Inti, el Sol; y la niña, en Quilla, la Luna. Así la época de oscuridad en la Tierra llegó a su fin. Pachacámac también premió la lealtad de Pachamama, a quien le otorgo el don de la fecundidad y los animales que ayudaron a sus hijos a derrotar al abominable Wakon fueron dotados con grandes dones.



Pan-Gu

El Gigante Chino de la Creación.

Tiamat

Diosa Mesopotamica de la Creación.

Caos

Dios Griego de la Creación.