Mitología
Solo existe un mito en el que este ser primordial aparece y por supuesto nos narra la creación y el origen de los tiempos.
Al principio en el universo no había nada, salvo un basto y oscuro vacío llamado Caos.
Junto a aquel Caos había una fuerza ordenadora, el Demiurgo, que comenzó a ordenar la informidad del Caos,
creando a la hermosa Eurínome.
Tras nacer, Eurínome no hallaba dónde posar sus pies en el vacío infinito, entonces Demiurgo hizo a Hydros y Thesis,
los mares primigenios. Y así continuó ordenando la masa caótica. Al poco tiempo creo a la serpiente Ofión, que se unió a
Eurínome, y ésta, transformada en paloma, puso un huevo, en el cual se enroscó Ofión para darle calor.
De los mares Hydros y Thesis surgieron Cronos y Ananké, que se entrelazaron también al rededor del huevo para darle
estabilidad a lo que saldría de ahí. Entonces el huevo se abrió, y de él emergió Gea con el Tártaro en
sus entrañas y las montañas en ella. Sin embargo, era un lugar muy árido, así que Demiurgo creó a Fusis para darle vida a la Tierra.
Más tarde cuando el mundo ya estaba en sus albores, Caos dio origen a Nix, con quién inmediatamente tuvo a Aclis.
Y luego engendro por sí mismo a Érebo.