Juramento
Cuando un dios prestaba juramento en su nombre, Iris llenaba una copa de oro con el agua de su río.
Quien se retractase o renegara de un juramento sellado con esta agua, perdía la voz y la respiración durante nueve años
y era excluido otros nueve de las reuniones y banquetes de los dioses.
El propio Zeus juró en nombre de Estigia dar a Sémele lo que ella le pidiese, por ello se vio obligado
a mostrarse en todo su esplendor ante ella, provocando con los rayos que desprendía su irremediable muerte.
Helios también juró a Faetón lo que quisiera, y este pidió conducir el carro solar,
sin podérselo negar, Helios accedió, lo que a la postre terminaría con la vida de Faetón.
Se dice que los Alóadas si llegaron romper un juramento prestado por Estigia, razón por la cual recibieron
un castigo ejemplar, permanecer unidos por la espalda para siempre, en el viento y las tinieblas.