Anemoi

Anemoi, dioses del Viento

En la mitología griega, los Anemoi eran los dioses del viento correspondientes a cada uno de los cuatro puntos cardinales, desde los cuales provenían sus respectivos vientos. Estaban relacionados con las estaciones y estados meteorológicos. Los vientos beneficiosos eran hijos de Astreo y Eos, mientras que los destructivos eran vástagos de Tifón.

Historia de los Anemoi

Homero nombra a los cuatro vientos principales: Bóreas, el viento del norte que traía el frío aire invernal; Noto, el viento del sur que traía las tormentas de finales del verano y del otoño; Céfiro, el viento del oeste que traía las suaves brisas de la primavera y principios del verano; Y por último, Euro, el viento del este, quien es un caso especial, pues no estaba asociado con ninguna de las tres estaciones griegas y es el único de estos cuatro que no se menciona en la Teogonía de Hesíodo ni en los himnos órficos.

Posteriormente Aristóteles agrego entre Bóreas y Euro a Meses, Cecias y Apeliotes, entre Euro y Noto a Fenicias, entre Noto y Céfiro a Libis y entre Céfiro y Bóreas sitúa a Argestes y Trascias.

Bóreas, viento del norte

Bóreas era el dios del frío viento del norte que traía el invierno, era muy fuerte y tenía un violento carácter. Era representado como un anciano alado con barbas y cabellos desgreñados, llevando una caracola y vistiendo una túnica de nubes. Bóreas estaba estrechamente relacionado con los caballos. Se decía que había engendrado doce potros, tras adoptar la forma de un semental, con las yeguas de Erictonio, rey de los dárdanos. Se decía de estos corceles que eran tan veloces como su padre el viento, siendo capaces de correr por un campo de trigo sin pisotear las espigas. Los griegos creían que su hogar estaba en Tracia y a su vez describían una tierra al norte llamada Hiperbórea en la que la gente vivía en completa felicidad hasta edades extraordinariamente longevas.

Anemoi dioses del viento

Narra un mito que Bóreas había secuestrado a Oritía, una princesa ateniense. Bóreas se había encaprichado de Oritía e inicialmente había suplicado sus favores, con la esperanza de persuadirla. Cuando esto falló, volvió a su temperamento normal y la raptó. Bóreas la recogió en una nube de viento y la llevó a Tracia, teniendo con ella dos hijos, Zetes y Calais, y dos hijas, Quíone y Cleopatra.

Otro relato cuenta que cuando Atenas fue amenazada por Jerjes, la gente rezó a Bóreas, de quien se dice que propició vientos que hundieron 400 barcos persas.


Video de los Anemoi

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Noto, viento del sur

Noto era el dios del viento del sur. Estaba asociado con el desecador viento caliente de la salida de Sirio tras el solsticio de verano y se creía que traía las tormentas del final del verano y del otoño, por lo que era temido como destructor de las cosechas. Era la personificación del siroco, un viento muy cálido y seco que sopla desde el norte de África hacia el Mediterráneo que traía densas nubes y niebla o humedad.

Euro, viento del este

Euro era la deidad que representaba al funesto viento del este. Se creía que traía calor y lluvia, y su símbolo era una vasija invertida derramando agua. Desgraciadamente no se sabe más de él.


Céfiro, viento del oeste

Céfiro era el dios del viento del oeste, se le llamaba "el de aliento dulce", pues era el más suave de sus hermanos y se le conocía como el viento fructificador, mensajero de la primavera. Se lo considera el más rápido de todos los vientos. En diferentes historias se narraba que Céfiro tenía varias esposas.


Uno de los mitos conservados en los que Céfiro aparece más prominentemente es el de Jacinto, un hermoso y atlético príncipe espartano. Céfiro se enamoró de él y lo cortejó, al igual que Apolo. Ambos compitieron por el amor del muchacho, pero este eligió a Apolo, y Céfiro enloqueció de celos. Para desquitarse, Céfiro los siguió hasta el lugar en donde estaban practicando lanzamiento de disco, les mandó una ráfaga de viento tan fuerte que hizo que el disco golpeara en la cabeza a Jacinto, quien no sobrevivió al impacto. Con su sangre, Apolo creo en su honor la flor que llevaría su nombre. Se le representa como un hombre joven, con alas de mariposa o hada, sin barba, semi desnudo y descalzo, cubierto en parte por un manto sostenido entre sus manos, en el cual carga una gran cantidad de flores que va esparciendo por todas partes.

Anemois dioses del viento

Los Vientos Menores

Cuatro dioses menores del viento aparecen en unas pocas fuentes antiguas, estos cuatro dioses menores eran conocidos como los Anemoi Thuellai, ‘vientos de tempestad’, demonios malvados y violentos creados por el monstruoso Tifón.

Cecias, viento del noreste

Cecias era el dios del viento del noreste. Es el encargado de arrojar el granizo. Se le representa como un hombre alado, viejo, con barba, completamente vestido de túnica y descalzo, sostiene entre sus dos manos una cesta, o un escudo lleno de granizo.

Apeliotes, viento del sureste

Apeliotes es el dios del viento del sureste. Es el encargando de hace soplar el viento que hace madurar las frutas y el trigo, por lo que en ocasiones se le llama "El viento del Otoño". Se le representa como un hombre alado, joven, sin barba, completamente vestido de túnica, lleva entre sus manos parte de un manto que lo envuelve parcialmente y sobre el cual, sostiene entre sus manos, una gran cantidad de frutas y granos.

Coro, viento del noroeste

Coro es el dios del viento del noroeste. Por ser un viento frío y seco, se le asocia directamente con el inicio del invierno. Se le representa como un hombre alado, viejo y barbudo, con el cabello desordenado, completamente vestido en túnica y llevando entre sus brazos una vasija de bronce de la cual esparce ardientes cenizas.

Libis, viento del suroeste

Libis era el dios del viento del suroeste. Se representa como un hombre alado, muy joven, sin barba, vestido con túnica y descalzo, sosteniendo entre sus manos el timón de una nave, para simular como maneja el viento que esparce.


Eolo, Señor de los Vientos

Por último, me gustaría hablarles de Eolo, quien era un mortal que vivía en la isla flotante de Eolia, pero se gano el título de Señor de los Vientos, pues Zeus le otorgo el poder de controlar los vientos. Eolo los tenía encerrados y los gobernaba con un dominio absoluto, apresándolos o liberándolos a su antojo. En la Odisea, Eolo ayudo a Odiseo cuando este llego a su isla en su camino de regreso a Ítaca. Eolo lo trató muy bien, y le dio un viento favorable, además de un odre que contenía todos los vientos, advirtiéndole que debía ser utilizado con cuidado. Sin embargo, la tripulación de Odiseo creyó que contenido de la bolsa era oro y la abrieron, provocando graves tempestades. Los vientos llevaron la nave de regreso a las costas de Eolia, pero Eolo se negó a ayudarlos de nuevo.

Eolo es representado empuñando un cetro como símbolo de su autoridad, y rodeado de turbulentos remolinos que representaban los vientos, cada uno de los cuales era un dios.




Pazuzu

Rey Demonio del Viento.

Morfeo

Personificación Griega del Sueño.

Fujin

Dios Japones del Viento.