Ravana rey de Lanka
Ya con un enorme poder, Ravana fue en busca de su abuelo, Sumalin, el rey demonio del mundo de las tinieblas y le arrebato su título y ejército.
Después Ravana pondría sus ojos en Lanka, pero esta ya pertenecía a su hermano Kubera. El tesorero de los dioses siempre había sido generoso
con sus medios hermanos, más sin embargo, Ravana exigió Lanka entera a su hermano y si no se la daba de buena gana, amenazo con tomarla por la fuerza.
A Kubera no le quedo más remedio que abandonar su hogar, pues sabia que no era rival para su hermano. A pesar de haber usurpado el trono de Lanka, el rey
demonio fue considerado un gobernante efectivo y benevolente.
Ravana y Shiva
Después de la conquista de Lanka, Ravana acudió a la morada de Shiva en el monte Kailash. Orgulloso como siempre, Ravana intento jactarse
de su poder ante el dios destructor, comenzando a mover la montaña sagrada y ocasionando el enfado de Shiva, que por su actitud arrogante y orgullosa, toco apenas la montaña,
precipitándola sobre Ravana, que quedo aprisionado bajo el monte. Los sirvientes de Shiva hicieron saber al Raksasa el enojo de su maestro, ante lo cual
Ravana entro en penitencia. Durante este tiempo Ravana compuso y entono canciones alabando a Shiva, hasta que consiguió que este lo liberara de su
esclavitud. Por si fuera poco, contento con el valor y la devoción de Ravana, Shiva le otorgo un poder aún más grande, y le regalo la poderosa Chandrajas,
"la espada lunar" y a cambio, Ravana se convirtió de por vida en devoto de Shiva.
Ravana Emperador de los tres Mundos
Con su nuevo poder, Ravana se dispuso a realizar diferentes conquistas, sometiendo a humanos y demonios. Primero viajo al mundo de las tinieblas, el cual invadiría por completo,
dejando el trono en manos de su hijo Ahiravana. Luego se convirtió en señor supremo de todos los asuras de los tres mundos, aliándose con los nivatakavachas y los kalakeyas,
pues estos dos clanes demostraron ser dignos al no dejarse subyugar. Una vez que conquistó numerosos reinos de este planeta oscuro, llevó a cabo los sacrificios de fuego necesarios
para ser coronado emperador. Kubera reprocharía a Ravana su crueldad, ocasionando su furia, la cual no hizo más que incentivarlo para conquistar otros planetas, fue así como
triunfo sobre los dioses y por la fuerza obtuvo poder sobre dioses, seres celestiales y serpientes. Solo una pequeña parte de la India había logrado mantenerse firme y fuera de su yugo.