En la mitología griega, Talasa era la diosa primordial y personificación del Mare Nostrum, el Mar Mediterráneo.
Su nombre latino era Mare, el mar, en donde es descrita como hermana del Caelus y Terra, el Cielo y la Tierra, todos nacidos de la unión de dos primordiales, el Día y el Éter.
Talasa es entendida como la contraparte femenina homérica de Ponto, quien para Hesíodo era el dios primordial del mar.
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Es mencionada en textos muy antiguos, donde se le describe junto a Urano y Gea como una de las tres partes de las que está compuesto el mundo.
Como personificación marina, Talasa, fue desplazada en los textos homéricos por Anfítrite. Por otro lado, Opiano la describe no en vano como la madre de los démones marinos, para referirse a los informes Telquines.
Esopo cuenta que cierto día, los dioses fluviales se reunieron para quejarse de Talasa, pues ellos le ofrecían agua dulce, en tanto que ella, que tenía amargos dones, solo contenía agua salada, estéril para la vida.
En cuanto a su decendencia, como diosa primordial y sin unión masculina, fue madre de los nueve Telquines y de la ninfa Halia. Con Ponto, su contraparte masculina, fue madre de las tribus de los peces del mar, también fue madre de Egeón, la personificación del mar Egeo, a quien engendro junto con otro Egeón, citado como un titán marino hijo de Ponto y Gea.
Una versión posterior de la mitología nos dice que Talasa había sido la madre de Afrodita con Urano, pero de una manera poco convencional, pues nació cuando Crono castró a Urano y sus genitales cayeron al mar, fecundándola accidentalmente. De igual manera, en los himnos órficos, también se le denomina madre de Afordita.
Dios de las Olas del Mar.
La Antigua Reina Divina.
Dioses de los Vientos.
