Enseguida Crono dio a luz al Éter y al Caos, para luego hacer emerger el huevo cósmico del que surgió Fanes.
A su vez, Fanes fue padre de la Noche, con quien se uniría para tener al Cielo
y la Tierra.
Más adelante también fue padre de los mares, el Sol,
la Luna, las estrellas, la monstruosa Equidna
y una de las tres razas de hombres,
la denominada raza de oro, a quien dio como lugar para vivir la zona templada de la tierra.
Todo esto lo hizo Fanes desde el interior de una gruta llamada El Santuario de la Noche.
Por un tiempo Fanes fue el rey de los dioses, pero posteriormente se retiró a un lugar elevado del cielo desde donde iluminaba el mundo
y cedió el cetro de su reinado a la Noche, quien a su vez lo dio a su hijo, el Cielo.
Sin embargo, este último vio su reinado interrumpido luego de que el cetro le fuera arrebatado a la fuerza por su hijo, el titan
Crono, quien a su vez lo perdió a favor de Zeus, el gobernante final del universo.